Presentation
Trastorno por déficit de atención/hiperactividad: a favor del origen orgánico
Trastorno por déficit de atención/hiperactividad: a favor del origen orgánico
Rev Neurol 2007
, 44(Suplemento 3),
47–49;
https://doi.org/10.33588/rn.44S03.2007229
Abstract
Objetivo Revisar los hallazgos neurobiológicos que ponen en evidencia la organicidad del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH).
Desarrollo La heredabilidad manifiesta va a favor de la base genética del trastorno. Las técnicas de neuroimagen funcional permiten observar en tiempo real el funcionamiento cerebral de los pacientes con TDAH. Los trabajos más relevantes en el campo de la neuroanatomía demuestran que el tamaño cerebral de los niños TDAH es menor, al igual que ocurre con el cerebelo. Los estudios neurofisiológicos y funcionales son también demostrativos de las diferencias con los sujetos sanos, analizándose técnicas más avanzadas como la magnetoencefalografía.
Conclusiones Los estudios genéticos han permitido enfocar la investigación hacia sistemas específicos de los neurotransmisores, aunque los resultados distan de ser definitivos. Los niños con TDAH presentan alteraciones en la anatomía cerebral y la neurofisiología, demostrándose con magnetoencefalografía una alteración en el procesamiento de la información en fases muy tempranas, antes de los 200 ms. Tienen una respuesta temprana y precoz en el lóbulo parietal inferior izquierdo, así como en el giro temporal posterosuperior, y casi no reaccionan en el córtex cingulado anterior. Eso implica que, aunque perciben el estímulo, e incluso demuestran una reacción más fuerte a él, no lo procesan como señal interactiva en el sector del córtex cingulado. Estos datos apoyan las bases neurobiológicas del TDAH y, junto con otros, posibilitarán clasificaciones endofenotípicas basadas en las evidencias biológicas, incluyéndose a más largo plazo las genéticas.
Desarrollo La heredabilidad manifiesta va a favor de la base genética del trastorno. Las técnicas de neuroimagen funcional permiten observar en tiempo real el funcionamiento cerebral de los pacientes con TDAH. Los trabajos más relevantes en el campo de la neuroanatomía demuestran que el tamaño cerebral de los niños TDAH es menor, al igual que ocurre con el cerebelo. Los estudios neurofisiológicos y funcionales son también demostrativos de las diferencias con los sujetos sanos, analizándose técnicas más avanzadas como la magnetoencefalografía.
Conclusiones Los estudios genéticos han permitido enfocar la investigación hacia sistemas específicos de los neurotransmisores, aunque los resultados distan de ser definitivos. Los niños con TDAH presentan alteraciones en la anatomía cerebral y la neurofisiología, demostrándose con magnetoencefalografía una alteración en el procesamiento de la información en fases muy tempranas, antes de los 200 ms. Tienen una respuesta temprana y precoz en el lóbulo parietal inferior izquierdo, así como en el giro temporal posterosuperior, y casi no reaccionan en el córtex cingulado anterior. Eso implica que, aunque perciben el estímulo, e incluso demuestran una reacción más fuerte a él, no lo procesan como señal interactiva en el sector del córtex cingulado. Estos datos apoyan las bases neurobiológicas del TDAH y, junto con otros, posibilitarán clasificaciones endofenotípicas basadas en las evidencias biológicas, incluyéndose a más largo plazo las genéticas.
Resumen
Objetivo Revisar los hallazgos neurobiológicos que ponen en evidencia la organicidad del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH).
Desarrollo La heredabilidad manifiesta va a favor de la base genética del trastorno. Las técnicas de neuroimagen funcional permiten observar en tiempo real el funcionamiento cerebral de los pacientes con TDAH. Los trabajos más relevantes en el campo de la neuroanatomía demuestran que el tamaño cerebral de los niños TDAH es menor, al igual que ocurre con el cerebelo. Los estudios neurofisiológicos y funcionales son también demostrativos de las diferencias con los sujetos sanos, analizándose técnicas más avanzadas como la magnetoencefalografía.
Conclusiones Los estudios genéticos han permitido enfocar la investigación hacia sistemas específicos de los neurotransmisores, aunque los resultados distan de ser definitivos. Los niños con TDAH presentan alteraciones en la anatomía cerebral y la neurofisiología, demostrándose con magnetoencefalografía una alteración en el procesamiento de la información en fases muy tempranas, antes de los 200 ms. Tienen una respuesta temprana y precoz en el lóbulo parietal inferior izquierdo, así como en el giro temporal posterosuperior, y casi no reaccionan en el córtex cingulado anterior. Eso implica que, aunque perciben el estímulo, e incluso demuestran una reacción más fuerte a él, no lo procesan como señal interactiva en el sector del córtex cingulado. Estos datos apoyan las bases neurobiológicas del TDAH y, junto con otros, posibilitarán clasificaciones endofenotípicas basadas en las evidencias biológicas, incluyéndose a más largo plazo las genéticas.
Desarrollo La heredabilidad manifiesta va a favor de la base genética del trastorno. Las técnicas de neuroimagen funcional permiten observar en tiempo real el funcionamiento cerebral de los pacientes con TDAH. Los trabajos más relevantes en el campo de la neuroanatomía demuestran que el tamaño cerebral de los niños TDAH es menor, al igual que ocurre con el cerebelo. Los estudios neurofisiológicos y funcionales son también demostrativos de las diferencias con los sujetos sanos, analizándose técnicas más avanzadas como la magnetoencefalografía.
Conclusiones Los estudios genéticos han permitido enfocar la investigación hacia sistemas específicos de los neurotransmisores, aunque los resultados distan de ser definitivos. Los niños con TDAH presentan alteraciones en la anatomía cerebral y la neurofisiología, demostrándose con magnetoencefalografía una alteración en el procesamiento de la información en fases muy tempranas, antes de los 200 ms. Tienen una respuesta temprana y precoz en el lóbulo parietal inferior izquierdo, así como en el giro temporal posterosuperior, y casi no reaccionan en el córtex cingulado anterior. Eso implica que, aunque perciben el estímulo, e incluso demuestran una reacción más fuerte a él, no lo procesan como señal interactiva en el sector del córtex cingulado. Estos datos apoyan las bases neurobiológicas del TDAH y, junto con otros, posibilitarán clasificaciones endofenotípicas basadas en las evidencias biológicas, incluyéndose a más largo plazo las genéticas.
Keywords
Anatomía funcional cerebral
Genética
Magnetoencefalografía
Organicidad
TDAH
Palabras Claves
Anatomía funcional cerebral
Genética
Magnetoencefalografía
Organicidad
TDAH